sábado, 8 de junio de 2013

Alberto...

Junto mi mesa hay sentados dos hombres y dos mujeres. Mantienen una conversación mientras toman una copa. Por sus palabras he deducido que uno de ellos tiene una relación con la mujer rubia. El mismo que no deja de mirarme buscando que le devuelva la mirada. Notas que no lo ha hecho por casualidad y punto. No, lo hace buscando la complicidad para decirse a si mismo, "le he gustado".

Y Alberto me pregunta porqué digo que es especial. Pues te voy a responder. Sé que eres de esa clase de hombre que cuando mantiene una relación con una mujer, haces que ella se sienta única en el mundo. No quiero decir que no puedas observar a una mujer bella cuando pase por tu lado; pero nunca harías lo que éste individuo está haciendo. Y ¿porqué lo sé?; porque sólo hay conocerte un poco y mirar en tu corazón para descubrirte. Ese corazón que, con sumo cuidado, tratas de ocultar bajo tu "coraza". Esa que quieres que una mujer sea capaz de desmontar. Esa que sólo tiene un punto débil, tú mismo. Tú que en tu persona eres único; sensible, sincero, de confianza, romántico, soñador, aventurero, libre,... En tu propia libertad, luchas en un mundo que envidia a las personas como tú; y que hacen sentirte diferente para no mirarse al espejo y reconocer que son sus vidas las que están vacías.

Por eso te digo que eres "mi héroe". No dejes de ser libre. No dejes de ser tu mismo. Y, de vez en cuando, me permitas mantener esas charlas que tenemos, para seguir aprendiendo de ti y no rendirme nunca.

Un beso para ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario