sábado, 8 de junio de 2013

Anhelo...

He comenzado a trabajar de nuevo en Promopicking. Han pasado seis años; entonces estaba casada con Javi y mi hijo tenía meses. Las cosas desde entonces han cambiado mucho como todos sabéis. Ahora con cuarenta años las perspectivas han cambiado. Es cierto que gracias a los trabajos he conocido a Ana y Anita. Dos personas indispensables en mi vida. Sin embargo, experiencias distintas me han hecho cambiar. Sólo quiero ir a mi puesto de trabajo, hacer las cosas bien y tener una relación cordial con todo el mundo. Estoy sentada en la misma mesa con Camino. Parece que nada haya cambiado. Muchas de las compañeras de entonces continúan allí.

Hace unos días Camino me comentó que a partir de los cuarenta no tienes que hacer acceso a la universidad; siempre que la carrera tenga que ver con tus estudios. Supongo que ahora no tengo escusa; no hay selectividad ni prueba de acceso. Tan sólo están mis miedos y las fronteras que yo me pongo.

Ésta semana he tenido una gran sorpresa. Han caído en mis manos unos escritos increíbles. El autor desea permanecer, de momento, en el anonimato y lo respetaré. Pero espero que pronto cambie de opinión y permita que, personas como yo, puedan disfrutar con su lectura.

Ésta tarde estoy de nuevo en el Shambala. ¡Cuánto lo echaba de menos!. En estos meses he disfrutado de mañanas increíbles. Sin darte cuenta vas coincidiendo con personas que, como tú, buscan un rincón para tomar un buen café y estar a gusto. Personas que acaban formando parte de un paisaje único. Y luego está Manu, su propietario. Un hombre increíble con el que he mantenido muy buenas conversaciones. Admiro de él su vitalidad y el amor que transmite. Aunque no sé si él será consciente de ello. Aun recuerdo el día que le hice el cuestionario; y cada una de sus respuestas. Me gusto que participase en el proyecto aunque no nos conociéramos. No sabía si aceptaría responder preguntas personales a una persona desconocida. Agradecí mucho que lo hiciese; y la sinceridad con la que contestó.

Me preocupaba un poco como llevaría mi hijo el cambio de trabajo. Pero de momento lo está aceptando muy bien. El llegar a las seis a casa me permite pasar toda la tarde con él. Ayudarle con los deberes, bajar al parque juntos, darle de cenar,... Pronto acabará el colegio, y llegarán las vacaciones. Ya es el tercer año que me tengo que separar de él cuando se va con su padre. Cada año es menos duro, aunque le echo mucho de menos cuando no está.

Besos a tod@s.

1 comentario:

  1. Me alegro mucho de que estés trabajando de nuevo, aunque te echamos de menos por las mañanas ;)
    Anímate a seguir tus estudios, que nunca es tarde para hacerlo!!!
    Besos,
    MªJesús

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