martes, 1 de mayo de 2012

Sexualidad...

Tengo 39 años; nací en 1972. Estudié E.G.B. en un colegio concertado. Entonces no existía la asígnatura "Conocimiento del Medio" estudiábamos "Ciencias de la Naturaleza".
No sé si estoy en lo cierto pero no recuerdo que tuviéramos clase de sexualidad. Estudiábamos el cuerpo humano, femenino y masculino, y la reproducción. Sabías lo que era la vagina y el útero; el pene y los testículos. Ni que decir tengo que el término "mastubación" distaba mucho de escucharse en el colegio.
Tampoco me explicaron que era el hímen; y si mencionaron el clítoris no fue para decirme que a través de él, la mujer, llegaba al orgasmo.
Cuando eras niña podías escuchar "que cola tiene mi hijo" pero jamás oí la expresión "que vulva tiene mi niña". Todos nos hemos sonreído cuando un niño se ha tocado el pene y ha tenido una erección "¡ay mira si tiene la colita dura!". ¿Reaccionamos de igual forma cuando una niña, de cuatro años, se toca el clítoris y se excita?. ¿Permitimos que un niño y una niña se exploren de igual forma?. Como madre de un niño me llegará el momento en que tenga que enfrentarme a la exploración y la masturbación. No sé como lo haré, pero lo asumiré como algo natural, sano y que debe hacerse en privado. ¿Seguimos incurriendo en el error de transmitir a las niñas que tocarse no está bien?
Llegamos a la adolescencia. Tienes entre 12 y 14 años. Socialmente empiezas a relacionarte con el sexo contrario. Me pregunto cuantos chicos no se habían masturbado a esa edad. Les escuchabas decir "¿cuantas pajas te has hecho hoy?", o como utilizaban las revistas porno para ello. Jamás oí que entre nosotras nos preguntásemos "¿cuantas veces te has masturbado; y el clítoris que tal?"
Estando en el instituto, en 2ª de B.U.P., escuché por primera vez, a Virginia, decir que su novio le había "hecho un dedo". Ella tenía 17 años, digamos que, sexualmente hablando, estaba a otro nivel. Por aquel entonces, besarme, era lo más que yo había hecho con un chico.

Las mujeres somos nuestras primeras enemigas en el tema. Durante años, se ha luchado por nuestros derechos y la igualdad ante los hombres. Sin embargo, aún incurrimos en el erro de tachar de "puta" a una mujer que disfruta de su sexualidad sin compromiso.

Durante estos días he estado hablando con mujeres y hombres del tema. Seguiré otro día....

Besos.

lunes, 23 de abril de 2012

No hay soledad...

El domingo estaba leyendo el periódico y tomando un vino en una terraza cuando alguien me dijo que sino me importaba estar sola. Respondí que no. Hay una gran diferencia entre "estar y sentirse sola". En ningún momento del día me siento sola. Pero disfruto de los momentos que tengo de soledad. "Sola" he vivido, he viajado, he cenado o comido en un restaurante, he ido al cine, he ido a conciertos, he paseado, he ido a museos,.... No me asusta ni me preocupa "estar sola".
Mi vida transcurre normal, como la de muchas otras personas. Pero son los momentos en los que estoy sola, cuando me encuentro conmigo misma. Cuando más preguntas me hago. Cuando más respuestas encuentro. Consigo ver los problemas desde otras perspectivas. Y lo más importante, aunque me engañe, de vez en cuando y sin maldad, en la soledad, no hay forma de esconder la verdad.
Besos...

jueves, 19 de abril de 2012

Los 40...



Me faltan unos meses para cumplir 40 años. Hay un anuncio en televisión que te pregunta si ya estas notando los cambios en tu cuerpo llegados los 40.


Hace unas semanas me compré una camiseta en C&A de la talla 11 de niña. He empezado a usar serum de caviar para “pieles maduras” por la mañana y por la noche. Tengo canas, no muchas pero las suficientes para no dejar el tinte. Las tetas siguen en su sitio; supongo que es una de las ventajas de tenerlas pequeñas. En las piernas me salen menos pelos. Como igual, pero bebo más alcohol, aunque pienso que es el divorcio y no los 40. Duermo peor, y cuando estoy más de ocho horas en la cama me levanto con dolor de cabeza. Lloro más y sonrío más. ¿Fumar? Por si lo lee mi madre, digamos que sólo cuando estoy muy nerviosa.


Me canso más cuando corro detrás de Javier. Como más pipas que nunca, aunque siempre en el parque. Sigo sin fijarme en el culo de los hombres, pero sí en sus manos. Aguanto menos la estupidez. Soy más de izquierdas. Como chocolate de madrugada y a oscuras. Bailar y la música me siguen dando la vida. No creo en la iglesia; y la fe la perdí hace tiempo. Creo en las personas. Odio el invierno; no soporto el frío. Duermo con calcetines. Me reconcilio conmigo misma a menudo y muy satisfactoriamente.


Creo en el amor, y en la felicidad que te aporta. Disfruto con el cine y escribiendo. Cada día quiero más a mis padres, y comprendo que su ausencia será un día “para siempre”. Mi hermana es la luz de mi vida, y Javier la razón de mi existencia. Tengo amig@s. Me siento libre. Me siento guapa.


No pensaba que tendría un divorcio en mis espaldas, pero así es, y que así sea para siempre. Las aguas revueltas siempre acaban en calma. Mi espíritu rebelde y mi conciencia tranquila.


Mi corazón, ocupado…


Así me siento y así estoy. No sé si es lo que se espera  cuando vas a cumplir los 40.  Besos.



 



 


 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

lunes, 16 de abril de 2012

Sentido y Sensibilidad...

Cuando escribes con el corazón siempre crees que vas a poder expresar todo lo que sientes y que van a entenderte.
Cuando actuas con el corazón acabas cometiendo errores que esperas te sean perdonados.
Cuando piensas con el corazón siempre ves todo lo bueno y perdonas todo lo malo.
El Corazón. Ese órgano que mueve todo nuestro cuerpo y, en mi caso, mi mundo. No sé hacerlo de otra forma. Quizás por ello sufra; pero también sé que vivo la vida con una intensidad que otras personas no conocen. Siempre recuerdo la película "Sentido y Sensibilidad". Me gustaría encontrar el equilibrio perfecto entre la razón y los sentimientos. Camino y yo bromeamos con ello. En su caso, piensa que se ha perdido muchas oportunidades por ser tan racional. En mi caso, pienso que he vivido demasiados errores por ser tan sentimental.
¿Porqué son tan difíciles los equilibrios? El bien y el mal, lo correcto e incorrecto, la razón y el corazón, lo justo e injusto, el pacler y el dolor. Si tenéis alguna formula o consejo, los acepto.

Besos...

domingo, 15 de abril de 2012

Día de nieve....

Hoy me he levantado a las seis de la mañana para subir a Cotos. Mi hermana me había dicho que se subían ellos con el niño y yo me quedase descansando. Pero no, he subido con ellos. Me lo he pasado genial, he disfrutado de Javier y me he reído mucho. Creo que ya tendré tiempo de descansar.
Viajar en coche me encanta. Disfrutar del paisaje, ir escuchando música, hablando... Por fin he podido explicarle a Javier que significa que se rompa la distribución de un coche.
Lucía ha llegado a casa hace un ratito. Ha descubierto que le encanta jugar a la wii y en mi cama. Jajajaja. Aunque soy madre, no les pongo ninguna pega para que se suban a mi cama, me la desmonten y juguemos a las cabañas. He puesto música en el ordenador y hemos bailado.
Ha venido mi hermana y mi cuñado. Y, mientras yo escribo, están todos en mi cama, incluida perra, viendo las fotos de la nieve.
El Barrio, Jennifer López, Pitbull,.... no hemos parado de bailar.

Besos.

sábado, 14 de abril de 2012

Si en éstos años....

Si en éstos años como madre te he fallado, te pido perdón.
Si en éstos años como hija os he fallado, os pido perdón.
Si en éstos años como hermana te he fallado, te pido perdón.
Si en éstos años como amiga os he fallado, os pido perdón.

Siempre he intentado estar ahí, de la mejor forma que sé y me han enseñado. Con el corazón, con humildad, con respeto. Valores que son importantes en mi vida. Intento hacer las cosas lo mejor posible. Superarme cada día como persona, mujer, madre, hija, hermana y amiga. Superar las difilcutades y afrontar la vida.
Pero no es fácil, ¿verdad?.
Ésta mañana Javier estaba viendo un programa en Cuatro. El protagonista es un hombre que se enfrenta a las situaciones más peligrosas con los recursos de la naturaleza. Para no morir de hambre se ha comido un caracol con sus babas correspondientes. ¿Sabéis que me ha dicho? " Mamá, ¿porqué no se ha llevado una tartera de macarrones con salchichas? así no se tendría que comer las babas del caracol".
Me encantan los niños y la simplicidad con la que ven las cosas. Creo que es una de las muchas que perdemos cuando crecemos y maduramos; y en realidad más necesitamos para enfretarnos a la vida. Mirar las cosas desde una perspectiva distinta, simple y sin complicarlo todo.
Quizás debería  aprender más de mi hijo, y no estar todo el día intentando enseñarle tanto.

Besos...

No lo entiendo...

Ayer éramos amigos. Estuvimos hablando. Se desahogó conmigo. Y como hacemos, cuando estamos mal, me explicaba que su vida era una mentira, una mierda, que no se sentía útil ni valorado.
Yo sé como es realmente. Así que tratre de convencerle de lo excelente persona que es. Que no podía ser tan duro consigo mismo, que debía concederse la oportunidad de ser feliz y seguir madurando. Incluso le llamé "jilipollas", cuando me dijo que si dejaba de existir nos hacía un favor, no le echaríamos en falta y le lloraríamos sólo un mes.
El día anterior, debído a una situación muy dolorosa, me había tratado de una forma cruel; pero conociéndole, y aunque lloré mucho, le entendí y perdoné.
Hoy sólo quería pedirle disculpas por si no filtre a la hora de expresarme. Pero estaba muy enfadada cuando me decía que no valía o que sólo emborracharse era lo que hacía bien en su vida. También quería darle las gracias porque con nuestra conversación me di cuenta que no nos podemos rendir.
Para mi la amistad es apoyar, escuchar, ayudar, cometer errores y perdonar. Y no importa si tu estás hundida y tienes que sacar fuerzas para evitar que él otro se hunda. No creo que ayer te tratase a patadas ni te pusiera a parir. Y si fui un poco dura es porque no me gusta ver como te menosprecias o te infravaloras. Tienes mi respeto, aunque eso ya no signifique nada.
Porque ahora ya nada existe. Sólo la sensación de no entender nada. En mi corazón siempre estará. Y como amiga, aunque no quiera mi amistad, sé como es y nada de lo que suceda me hará cambiar.
Porque para mí la amistad también es eso, aceptar que la otra persona no te quiera en su vida y respetarle.
Cierto es que de mi vida salió de alguna forma el lunes. Porque el amor es sacrificio. Sacrificar lo que sientes por la felicidad del otro. Para que su vida sea más fácil y no causar problemas.
Ahora ya no te causaré problemas de ninguna forma.
No te olvidaré....

viernes, 13 de abril de 2012

Rendirme nunca...

Estas semanas han sido muy duras. Tanto que llegué a rendirme, tanto que le deje pensar que lo estaba consiguiendo. Había perdido mi norte, mi razón de continuar. Incluso me preguntaba ¿porqué no te quieres, porqué no dejas que te quieran?
Me he dado cuena que, en realidad, si me quiero y me valoro; por eso he luchado toda mi vida y seguiré haciéndolo. Consiguí vencer a la anorexia, a la bulimia y al maltrato psicológico.
Quizás mi lucha no de todos los frutos que yo espero, puede que no llegue a conseguir lo que deseo, pero nunca podré decirme "no lo has intentado".
Asi que a mi ex le digo: ¡jodete!, no has conseguido que me hunda; y, a diferencia de tí, tengo a mi lado una gran familia y amig@s que están ahí para recordarme lo maravillosa que es la vida cuando me olvido de ello.
Me lo debo a mi misma. Y a mi hijo por creer que soy la mejor madre del mundo. A mis padres por creer que soy una gran persona. A mi hermana por creer que no podría tener una hermana mejor. Y a mis amig@s por creer que tener mi amistad es una gran suerte para ellos.
No me rendiré. Puede que tenga días malos, o incluso semanas; pero tengo lo mejor que se puede poseer en ésta vida: familia, respeto, amor y amistad.

Besos...

sábado, 7 de abril de 2012

Anorexia...

Cuando oímos la palabra "anorexia" todos pensamos en jovenes que no quieren estar gordas. Pero por experiencia sé que ese trastorno implica mucho más.
No me veía gorda, estaba a gusto con mi físico, pero estaba pasando una época de muchos nervios. No podía controlar las cosas que sucedían. Un día que estaba comiendo sentí que no podía continuar. Tenía el estómago cerrado por los nervios, no me entraba una cucharada más y paré. No fui consciente en qué momento dejo de pasarme la comida por completo. No, hasta que un día alguien me dijo que había perdido mucho peso. Al mediodía me dí cuenta que acababa de tirar toda la comida a la basura sin dar una sola pinchada. Había pasado de no controlar mi vida a controlar la comida, y lo que ingería. Acudí a mi doctora de cabecera. Sabía que lo que me estaba sucediendo no estaba bien, no podía continuar así. Me derivó a salud mental. No era la primera que acudía al psicólogo, así que no tuve problema en explicarle lo que me ocurría. Me vio en tres ocasiones y me dio el alta. Durante un mes y medio tuve que escribir en un cuadrante lo que desayunaba, comía y cenaba, y explicar lo que sentía en ese momento. Me fue sencillo.
Pero lo que aquella psicóloga no sabía, debió de perderse esa clase, es que una anorexia nerviosa mal curada se transforma en la gran mayoría de los casos en una bulimia.
El intervalo de tiempo que pasó entre la anorexia nerviosa y empezar con la bulimia no lo recuerdo. Ni tan siquiera como empezó el proceso. Sólo sé que un día empecé a engordar. Intentaba con todas mi fuerzas no comer, pero cuanta menos comida ingería, más guarrerías metía en mi organismo. Podía estar sin comer y merender, y luego, sin saber cómo, me encontraba en la pastelería comprando bollos, patatas, chucherías,...
Volví a confiar y acudí de nuevo a mi doctora de cabecera, y otra vez a salud mental. Aquel día no se borrará de mi mente. Ésta vez era un hombre. No había terminado de explicarle lo que me estaba pasando cuando me dijo: "que tontería, no pasa nada porque te preocupes de tu peso, las mujeres tenéis que cuidaros y estar guapas para nosotros. Además cuando vayas a buscar trabajo tienes que tener una presencia". Y me mandó a mi casa. Mi doctora de cabecera no se extrañó cuando, llorando, le conté la conversación. "no es la primera vez que tenemos quejas de él". ¡Genial!, pensé yo, sabes que es un cabrón y me has dejado en sus manos.
En mi caso no vomitaba. Por más que me metía los dedos era incapaz. Empecé a tomar laxantes, tenía la fantasía que si iba al baño nada más engullir no engordaría. En unos meses cogí entre 16 y 18 kilos. No quería salir de casa, ni ir a trabajar. Mi uniforme eran unos chinos anchos y un poncho verde. Mi vida social desapareció por completo. Los meses que duró ese proceso fue un verdadero infierno. El 15 de Mayo, miércoles (aún lo recuerdo) fui con mis padres a San Isidro. Todavía puedo sentir la angustia y la ansiedad que notaba en mi pecho. Quería morirme. No podía continuar viviendo de aquella manera. Estaba mejor muerta que viva. El jueves, 16 de Mayo, al acostarme cerré los ojos y pedí a Dios que no me despertase. No tenía el valor suficiente para quitarme la vida, pero si Dios era capaz de hacer un milagro esperaba no despertarme nunca más. No me preguntéis como pero el "click" sonó en mi cerebro y reaccioné. Entonces vívia sóla en Legazpi. El viernes estaba llamando a mi madre para que viniese a hablar conmigo. Aunque no pude explicarla todo lo que me estaba ocurriendo le dije que necesitaba volver a casa con ellos. Mi madre no hizo muchas preguntas, sabía que algo me ocurría, y que estaba relacionado con la comida. Y así fue como regresé con mis padres.
En cuanto llegué a su casa me tranquilicé con la alimentación. Psicológicamente tarde mucho más tiempo en recuperarme. En Septiembre ya había alcanzado mi peso normal, pero mi autoestima y mi vida ya no volvieron a ser las mismas. Las personas que hemos tenido éste tipo de trastornos no llegamos nunca a recuperarnos. Siempre estoy alerta con la comida. Soy consciente que cuando no puedo controlar lo que me sucede tiendo a controlar la comida. Nunca me había importado mi peso. Pero a consecuencia de la bulimia si es algo que me preocupa, tanto si adelgazo como si engordo.

Cuidado con los niños que son muy exigentes consigo mismo. Cuidado con las metas que se marcan o les marcamos. Objetivos muy altos puede suponer no alcanzarlos y, como consecuencia, una gran frustración. Ser ordenados está bien, pero cuidado que ese orden no se transforme en algo obsesivo.

No soy psicóloga, y siempre os digo que no quiero dar lecciones a nadie.

Besos.

miércoles, 4 de abril de 2012

La tormenta.

El futuro ya no existe para mí. He perdido de vista el mañana. La vida ha hecho que siempre mire hacía atrás para convencerme que aún podría ser peor. Y por supuesto que puede ser peor. ¿Pero debo por ello no preocuparme por mi situación?. Siento como si estuviese encadenada. El peso de la cadena no me deja salir a flote. Consigo, de vez en cuando, llegar a la superficie y tomar aire. Si fuese un pez estaría en mi habitat perfecto. Siempre hundida.

Como envidiaba la felicidad que tenían algunas personas. Ajenas a cualquier problema, cualquier dolor o sufrimiento. Se preguntaba si estaban muertas o, realmente, no existía nada malo en sus vidas. Como envidiaba a las personas que eran capaces de vivir ajenas al resto del mundo. Había intentado siempre hacer las cosas de forma correcta. Creía en el bien y el mal. El respeto, en su vida, era su piedra triangular.

Se sentía a la deriva. No tenía fuerzas para sujetar el timón, la tormenta era muy fuerte. Por momentos creía tenerlo controlado pero, en seguida, una ola gigante hacía que soltase el timón. La lluvia había calado hasta sus huesos. Tenía los músculos entumecidos. Se preguntaba cuando pasaría la tormenta. Era interminable. Podía abandonar la navae, pero sabía que las posibilidades de sobrevivir eran aún más escasas. Quién sabe, quizás acabase encallando en un arrecife, o en una isla desierta. Se aferraba a la vida.
La noche había transcurrido sin cambios. Pero ahora las manos le sangraban. Era consciente que no sobreviviría a otro día. Entonces divisó tierra. Tenía que hacer un último esfuerzo por llevar la nave a tierra firme.

Besos...

martes, 20 de marzo de 2012

Barriguitas...

Era una mañana fría de invierno. LLevamos el desayano a mi madre a la cama. En la cocina estaba todo preparado; un termo con leche caliente, galletas, una navaja y una gran bolsa para los níscalos que fuéramos a coger. Estaba muy nerviosa. No había dormido mucho esa noche. Salir con mi padre al campo era un plan que me entusiasmaba.
Conforme avanzaba la mañana nos dimos cuenta que pocos níscalos íbamos a coger. Pero creo que eso nos importaba poco a los dos. El plan era estar juntos, hablar, reirnos y caminar por el monte... De regreso a Madrid, con la bolsa completamente vacía, paramos en Vallecas y me compró mi primer Barriguitas. Yo sabía que, económicamente, era un esfuerzo para mis padres. Por ello, aquel regalo, tuvo un valor incalculable para mí.
Quizás hoy, que estamos acostumbrados a darles todo a nuestros hijos, penséis que un Barriguitas tampoco era para tanto. Gracias a mis padres he aprendido el verdadero valor de las cosas, e intento transmitírselo a mi hijo de igual forma. Mi madre se pregunta, muchas veces, si hicieron bien en hacerme consciente de la situación económica que había en mi casa en cada momento. Yo la digo que me siento la hija más afortunada del mundo, y lo orgullosa que estoy de ellos.

lunes, 19 de marzo de 2012

Pasado, presente y futuro...

Muchas veces me he dicho "si pudiera volver atrás, haría las cosas de otra manera". Pero me he dado cuenta que no es lo que deseo. Ahora comprendo que cada paso que he dado en mi vida me ha traído hasta aquí. Para empezar no tendría a Javier. No me hubiera venido a vivir a Pinto. No hubiera conocido a mis amig@s. Y no te hubiera conocido a tí.
La vida sigue siendo complicada y díficil. Pero tú haces que tenga sentido en muchos aspectos. No quiero renunciar a tí. ¿Si es suficiente? No me lo planteo. "El presente es lo único que tenemos; el presente es lo único que hay, es contigo mi vida con quién puede sentir que merece la pena vivir...". Es una canción de Julieta Vengas.
Vivimos obsesionados por el pasado, y preocupados por el futuro. Sin ser conscientes que nos perdemos lo más importante "el presente". Ese momento en el que estamos. Ese momento que debemos disfrutar y amarrar para sentir cada segundo. Probablemente muchos de nosotros estaremos pasando un "presente" díficil, pero no olvidemos que estamos vivos. Y de como queramos vivirlo sólo depende de nosotros.
He decidio dejar el pasado en el pasado. Las decisiones que tomé, acertadas o equivocadas, fueron mías. Tuve la libertad de elegir; y eso es un privilegio, del que no tenemos conciencia hasta que leemos en el periódico que una niña de 16 años se ha suicidado porque la obligaron a casarse con su violador.
¿El futuro?, cuando eres madre es inevitable preocuparte por el futuro de tu hijo. Pienso en su educación, su salud, sus estudios, las amistades que tendrá. Si es feliz, si superara nuestra separación. Pero no puedo adelantarme. Cada etapa tiene que ir llegando, y con cada una de ellas sus respectivas alegrías, tristezas y problemas. Las iré afrontando conforme vayan surgiendo. Hay madres que no piensan en el futuro de sus hijos porque saben que no superaran el año, por hambre, enfermedades, guerras...
¿El presente? Soy tan afortunada! Quiero vivir cada segundo como si fuera el último. Estar con mi hijo, con mi familia, con mi gente y contigo.

"...Cuando traspasas la puerta del campo el aire que respiras huele a muerte. El silencio es atronador. Nos acompañaba una guía, sólo hablaba polaco. Asi que las profesoras del intercambio nos iban traduciendo sus palabras; pero sé que no nos tradujeron todo. El abuelo de una de las alumnas polacas tenía el número que les asignaban a la entrada tatuado en el brazo.
Para que podaís entenderlo, imaginaros que cada persona que entraba en el campo era materia prima para los nazis. Lo primero que hacían era despojarlos de todos los bienes que llevaban. Les hacían escribir su nombre y dirección en las maletas, para que luego les puedieran ser devueltas. Hacían una primera selección entre los hombres, mujeres y niños. Al primer grupo seleccionado los envían a las duchas directamente. Allí los desnudaban, les daban una toalla y un trozo de jabón. Los introducían en unas cámaras gigantes con muchos grifos, y los apiñaban como ganado. Estaban asustados y avergonzados por su desnudez. A los pocos segundos de esos grifos comenzaba a salir gas; y ahí su final. No puedo imaginar que minutos pasaban aquellas personas hasta que morían. Una vez terminado el proceso, comenzaba otro, el de coger esa materia prima y transformarla. Presos del campo eran los encargados de recoger toda la ropa que habían dejado; otros recogían los cuerpos sin vida que estaban en las cámaras de gas. Les rapaban la cabeza, y con el pelo fabricaban alfombras. Les examinaban los dientes y los de oro les eran arrancados. La piel que les parecía provechosa era utilizada para hacer tulipas para lámparas. Y por último aquellos cuerpos eran conducidos a los hornos crematorios.
Los que no había entrado en ésta primera selección, comenzaban su infierno en el campo..."

Besos....

sábado, 17 de marzo de 2012

Si Dios existe....

En los últimos meses he escuchado en distintos medios de comunicación que no tenemos que tener miedo al "cáncer".
Mi sentimiento es muy distinto. Es una enfermedad que me asusta y mucho. Cuando tenía 12 años, a mi madre le extirparon los dos pechoss. Tenía tejido fibroquístico, el cual era cancerígeno. Después entendí lo que aquello había implicado. Durante tres intervenciones posteriores le intentaron poner implantes de silicona. Mi madre es muy alérgica y los rechazó. Sufrió mucho. Mi padre le dijo que por él no tenía que pasar por aquella tortura. Mi madre decidió no ponérselos. Con el tiempo, se ha atrevido a decir que hay situaciones donde pasa un poco de verguenza. Jamás nos ha ocultado sus cicatrices, pero sé que lleva una interna que no nos permite ver para que no suframos. Estoy segura que mi padre, en la intimidad, jamás le ha hecho a mi madre sentirse mal. Todo lo contrario. Cuando se prueba ropa, o vamos a la playa, siempre se preocupa que no se le note mucho. También rechazó ponerse prótesis externas. Quiso verse tal y como estaba desde el primer día. Mi hermana y yo tenemos un alto riesto, por ello nos hacemos revisiones. El ginecólogo, después de cinco años, ha decidido darme el alta. Precisamente ahora que entro en los cuarenta. Con todos mis respetos no lo entiendo. Luego hablan de prevención.
Cada vez que llegaba el momento de mis revisiones me echaba a temblar. Sentía pánico que en una de ellas me dijeran que algo iba mal.
¿Qué podemos hacer cuando llega sin avisar? ¿Cuando es tarde?...
Como todo en ésta vida aceptarlo, luchar y continuar.

... Por ello he decidido seguir adelante, luchar e intentar con todas mis fuerzas ser feliz.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Loli

No me siento muy animada para escribir. Estoy triste y enfadada. Pero desde aquí, quiero que sepas que no estás sola. Ninguna de nosotras podemos, ni por un segundo, saber como te sientes. Ninguna de nosotras tenemos en nuestra mano cambiar el destino. No en éste caso.
Ten por seguro que ninguna de nosotras vamos a dejar que caigas; y de hacerlo, te sujetaremos entre todas.
Nada de lo que escriba podrá expresar como me siento. Nada de lo que escriba podrá describir la gran admiración que siento por tí. Sólo puedo decirte que eres un ejemplo para mí; y que estar a tu lado me convierte en mejor persona cada día.
Besos.....

domingo, 11 de marzo de 2012

Reconciliaciones...

El viernes estaba bastante enfadada conmigo misma. Además mi hijo se iba con su padre y separarme de él me cuesta.
Me fuí a casa de Inma. Había quedado allí con Camino, y las tres cenaríamos juntas. Conforme llegue nos pusimos a hablar. Le conté como me sentía y lo que me ocurría; porque yo, al contrario de muchas personas, necesito contar lo que me sucede. Cuando soy capaz de expresarlo con palabras, sacármelo de dentro puedo analizar con perspectiva. Efectivamente, conforme le exponía la situación todo iba adquiriendo sentido, y conseguía perdornarme. La reconciliación vendría más tarde.
Está siendo un fin de semana increíble y muy enriquecedor. Y todo se lo debo a las amistades maravillosas e incondicionales que tengo. No podeís imaginaros la tranquilidad que supone hablar sin miedo a ser juzgada.
Hablar de cine, política, historia, hombres, anécdotas, libros,... y no podría terminar la lista. De cine, os recomiendo "Los Idus de Marzo", la última película de George Clooney. Política, ¿que haremos el 29 de Marzo?. Historia, mi visita a Auswitch, y un repaso por los grandes genocidios contra la humanidad. Hombres, y sexo. Anécdotas, su primer jacuzzi - "sólo se le ocurrió echar jabón al agua del jacuzzi, así que se paso su hora de relax estresada recogiendo espuma. Cuando salió le preguntaron que tal, por supuesto nadie supo lo que había estado haciendo". Libros, yo no he sido capaz de leer "Los Pilares de la Tierra".
El sábado me tocó trabajar. Tengo que decir que me gusta mi trabajo. Nunca había estado atendiendo al público y, hasta ahora, mi experiencia está siendo positiva. Tengo que destacar a uno en especial. No quiero dar su nombre, porque sin su permiso no me parece correcto. Creo, sin miedo a equivocarme, que tiene un nivel económico muy alto; pero en mi vida he conocido a un señor con esa educación y, sobre todo, con un respeto que muestra hacía cualquier trabajador que me parece propio de mencionar. Siempre una palabra amable, una sonrisa, una calma, una prudencia... ¿Los compañeros? Son eso compañeros.

"Cuando llegué al Campo de Concentración no sabía a lo que me iba a enfrentar. Lo había leído en los libros de historia, y había visto alguna película. Bajé del tren y tuve la sensación de respirar otro aire. No creo que un pueblo quiera ser recordado ni visitado por algo así.
Antes de entrar nos llevaron a una sala de conferencias donde proyectaron una película. Era la grabación original que los americanos hicieron del campo cuando lo liberaron en 1945. Al terminar, y salir de la sala, mi mundo, como yo lo conocía, había desaparecido. Os parecerá radical, pero creo que ahí perdí mi inocencia, esa que tienes cuando aún no has visto la maldad y crueldad del ser humano. Yo tenía 16 años.
Al cruzar la puerta principal de acceso al campo, nos tradujeron el letrero de la entrada "El trabajo os hará libre". Pero yo, a diferencia de las miles de personas que traspasaron esa puerta, sabía que me enfrentaba a la muerte. No me parece justo referirme a "los judíos" porque, para mí, no dejamos de ser todos personas. Por supuesto que un sexo, una raza, una nacionalidad, una profesión nos acaba de definir; pero al final todo se resume en los mismo "somos seres humanos que nacemos y morimos".

Besos, pero os prometo terminar la historia.

viernes, 9 de marzo de 2012

Casablanca....

"Casablanca", es mi película favorita. Dos personas, un amor que perdura en el tiempo. Y que, por amor, ambas se sacrifican.
Mi vida es bien distinta y tengo el amor demasiado idealizado. Las personas somos egoístas, y si de las relaciones se trata más todavía. Lo queremos todo sin sacrificar nada. Yo, por el contrario, sacrifiqué mi vida, y la de mi familia, por amor. Porque estoy convencida que al principio lo fue.
Ahora me toca empezar de cero y estoy asustada de cometer los mismos errores. No creo que haya pedido grandes cosas al amor. Respeto, confianza, cariño, apoyo, pasión, ... ¿Puedes encontrar una persona que reúna todas esas cualidades? Me viene a la memoria una película "Solteros", en la cual, una de las protagonistas se acaba conformando con que un hombre le diga "salud" cuando estornude.  Os la recomiendo, es divertida, fresca y su banda sonara mejor todavía.

"... sentía que todo se derrumbaba a su alrededor, pero él la sostuvo con fuerza entre sus brazos. Era una simple bajada de azúcar. Cuando abrió los ojos se encontró con su cara. Al principio se asustó porque, aún aturdida, no sabía muy que había sucedido.
- No te preocupes, pronto te recuperarás. Le dijo él con una voz segura pero dulce.
Claro que, en realidad, sus oídos aún le zumbaban como consecuencia de la pérdida de conciencia, así que tampoco sabía exactamente como sonaba.
Sus ojos eran de un verde claro. Su tez perfecta, ni muy clara ni muy morena. Su pelo moreno.
-¿Qué ha pasado?. Preguntó ella, intentando no babear.
-Te has desmayado. Pero he podido cogerte a tiempo, sino el golpe hubiese sido muy fuerte.
-Habrá sido de azúcar, no es la primera vez que me sucede.
En cuanto terminó la frase se dio cuenta que, seguramente, a él le importa muy poco. Apoyándose en él se puso en pié.
-Me llamo Victoria, y creo que, aún, no te he dado las gracias.
-Tranquila. Siéntate aquí y descansa unos minutos. Me llamo Iván.
Iván!!!!, ahora sí que no se lo podía creer, era guapo, fuerte, moreno y el nombre era su favorito. Se había enamorado. Así era ella todo impulso.
-Puedo invitarte a un café para darte las gracias.
-Te lo agradezco, pero tengo que recoger a mi hijo del colegio.
La palabra "hijo" cayó sobre ella como losa. Estaba casado, con un hijo y, sin duda, sería muy feliz y su mujer la más afortunada del mundo. Y allí estaba ella, separada, con un hijo, sin un euro, y con bajadas de azúcar; indicativo, seguro, de una premenopausia..."

Besos.





miércoles, 7 de marzo de 2012

Promesas

Había prometido a su hijo que vendría ésta tarde. Pero no lo ha hecho. En su lugar, y sabíendo que no puede, ha enviado al abuelo. Mi hijo está en su habitación haciendo la ficha del colegio. Mientras, con una paciencia infinita, intento que se le pase el enfado con el que viene.
"Caminaba sola por la calle. Iba sumida en sus pensamientos y no reparó que había comenzado a llover. No sabía que hacer, que decisión tomar. La respuesta la conocía.
Ninguno de los dos era capaz de romper aquel cordón que les había unido.¿Podrían vivir sólo con lo que tenían? Puede que fuese demasiado pronto para saberlo.
Soñaba con un final feliz. De esos de película con los que tanto se había emocionado. Los guionistas decían que se inspiraban en la vida real. Aunque si lo hubieran hecho con la suya, habría sido una película de terror más que romántica..."
Besos.

martes, 6 de marzo de 2012

Una fiscal coherente

Por fin!!! una fiscal que ha entendido lo que denunciaba, y le ha condenado.
No se trataba del tiempo que el abuelo paterno pasaba con mi hijo (cosa que no lo hacía de buen gusto sino por fastidiarme) sino del incumplimiento del régimen de visitas que estaba haciendo mi ex.
He tenido que soportar denuncias absurdas. No quise entrar en su juego y pase muchas, pero al final, y cuando supe que se estaba riendo de mí lo denuncié.
Ahora después de tres juicios, tres juezas y tres fiscales distintas, me han dado la razón. Cuando esté trabajando, y no pueda venir a ver a su hijo, tiene que llamarme, avisar, y el abuelo no podrá estar con mi hijo.
Por favor, no me malinterpreteís, si yo supiese que los abuelos paternos quieren a mi hijo sería la primera en mantener el contacto con ello. Me gustaría que mi hijo pudiera disfrutar de sus cuatro abuelo. Sin embardo, en los seis años de vida de mi hijo, me han dejado más que claro que no quieren saber más que lo que las apariencias requieren.
Sin ir más lejos hace dos miércoles vino la abuela paterna para pasar las dos horas con mi hijo. Llevaba sin verle desde Nochebuena. No le llamó para fecilitarle el año, ni para preguntarle por los Reyes Magos. Vino con las manos vacías, no fué capaz ni de traer a mi hijo un triste caramelo.
Quizás la situación vaya cambiando, quizás se deje de denuncias absurdas, quizás empiece a cumplir con sus obligaciones. Siempre he dicho "sus derechos como padre empiezan donde acaban sus obligaciones y responsabilidades".
Hay una pregunta que siempre me hago "¿qué le responderé a mi hijo si un día quiere saber lo ocurrido?". Ante todo, tengo claro que, respetaré la relación paterno-filial que decida tener. Tiene un padre, aunque es una lástima que mi ex no se de cuenta del hijo que tiene.
Ayer nos reíamos con él porque se ha enamorado. Se llama Laura y ha soñado dos veces con ella! Me los ha contado porque los recuerda perfectamente. Aunque para mí, Lucia, siempre será mi nuera deseada.
Puri sería mi consuegra. Pero ante todo es mi amiga, y estoy agradecida por ello.
Gracias.

lunes, 5 de marzo de 2012

Nada te turbe, Raquel, nada te turbe...

"Nada te turbe" es el título del último libro que me he leído. Me lo dejo Camino y tengo que decir que he pasado momentos divertidísimos con él.
Tengo que tomarme mi situación con más sentido del humor. Llorar, ya lo hago muy a menudo y eso tiene que cambiar.
Acudí a mi doctora para que me pusiera un tratamiento para depresión. No soy psicóloga pero sabía, de sobra, que ya había llegado al punto en el que yo sola no podía. La tristeza me deboraba como "La Nada" el reino de Fantasía en "La historia Interminable". ¿Dramático, verdad? Mi madre, y mi familia, siempre me dijeron que iba para artista. Pero me quedé en el camino como con todo.
Llevo un año tomándome una pastilla todas las mañanas. Sinceramente, sin ella, no sé como estaría. Aún así la tristeza y la alegría se abren paso en mi vida a ritmo de montaña rusa, sin frenos y sin control. El equilibrio me lo da mi hijo, mi familia y mis amig@s, pero no es justo depositar en ellos la responsabilidad del estado de mi salud mental. Así que intento, con todas mis fuerzas, recuperar el control sobre mi vida.
También me están ayudando el gimnasio, la lectura, el blog y el "Santa Teresa", aunque no por ese orden precisamente. Tranquilos no me he dado a la bebida; tan sólo, salgo cuando mi estatus de "divorciada" me lo permite  y me tomo un par de ellos.
Mi madre, muy pudorosamente, a sus 66 años me ha dicho "hija sal, acuestate con quién te apetezca y cuando quieras, pero no vuelvas a meter otro hombre en tu vida". Sabias palabras para una mujer de su generación. Debería de tomarme muy en serio sus palabras...

sábado, 3 de marzo de 2012

Insultos, silencio,...

No es un tema fácil para mí; durante años lo he vivído. Aprendí que cuando justificas el comportamiento de una persona, o sus palabras, mal asunto; algo está fallando y tú lo sabes. Te dices a tí misma "no! a mí no me pasa lo mismo, él no es así conmigo, me quiere...". Pero en el fondo de tu corazón, donde no dejas llegar a nadie por verguenza, sabes lo que está ocurriendo.
Hablo de "verguenza" porque es el principal sentimiento que te embarga. También el miedo, el dolor, la desconfianza, la pena, el desánimo, la resignación,....
Cuando pienso en ello aún me echo a llorar. Pero, por favor, si os reconoceís en algo de lo que escribo, no mireís hacia otro lado...
El día que me llamo "gitana" y "sinverguenza", delante de nuestro hijo, fué el más duro. Hasta ese día no había llegado nunca a la agresión verbal. Lo suyo era más sútil, más educado. El silencio era su mejor herramienta de castigo. Horas, noches enteras, he estado pegada al teléfono, haciendo no sé cuantas llamadas sin obtener respuesta, sin merecerme una palabra que me hiciese saber donde estaba o si estaba vivo.
Dos días después, y delante de mi madre, mi hijo, con cuatro años, me llamaba "sinverguenza". Por supuesto que, el niño, no era consciente de lo que me estaba llamando, pero, ahora, sé que ese día hubiese llegado. El día en que para él llamarme "sinverguenza" hubiese sido lo más normal de mundo, e incluso merecido por su madre.
¿Si le contaré todo esto en un futuro? No lo sé.

miércoles, 29 de febrero de 2012

El "porqué" del nombre...

Soy consciente que el nombre elegido para mi blog no es "usual". No creo que haya muchas personas que decidan poner en google "actitud camino" para obtener resultados en su búsqueda; pero tampoco lo he pretendido.
Para poder entender mi "elección" debería de presentaros a Camino. Para mí, que he tenido la gran suerte de conocerla, es un ejemplo a seguir. No sólo como persona, sino como mujer, como amiga y compañera de trabajo. Su actitud ante la vida es fuerte, luchadora, independiente,... Cualidades que no la impiden permanecer, toda una tarde, a tu lado mientras que tu lloras desconsolada con el corazón roto.
Todo mi mundo se puso del revés hace un año y medio; sin embargo, al mismo tiempo, "la amistad" adquirió el lugar que le correspondía. El lugar del que había sido destronada por culpa de la desconfianza, los celos, el miedo...
Por vosotr@s

martes, 28 de febrero de 2012

Proyectos...

Buenas noches!

No pretendo engañar a nadie no soy escritora; pero escribir me relaja. Aunque, cuando estás en tu habitación intentando explicar como sientes o como has pasado el día y tienes a tu hijo diciéndote "¿puedo escribir yo también mama?", es díficil. No puedo terminar una frase sin que me interrumpa con algo. Y no consigo continuar, con la siguiente, sin sentirme culpable por no dedicarle estos cinco minutos que aprovecho para escribir. Perdonar mis faltas de ortagrafía, o los signos de puntuación mal colocados.

"Cuando Javier encendió la luz de su mesita de noche, el "Camello Tomás" estaba sentado frente a él. Atónito, sin saber que pensar, sus ojos eran incapaces de parpadear...."

Llevo años con un proyecto, escribir historias para niños con un personaje principal "El Camello Tomás". No voy a poner ninguna escusa, simplemente no lo he hecho. He retomado la lectura, escribir, el gimnasio,... Siempre he dicho que los proyectos también están para romperlos o abandonarlos.

domingo, 26 de febrero de 2012

Recuerdo que...

Acabo de tener mi primer bloqueo! Tenía claro que quería escribir sobre "Los recuerdos". Aquellos que vamos acumulando a lo largo de nuestra vida, y de los que no somos conscientes hasta que necesitamos recurrir a ellos. Incluso nos permitimos el lujo de borrar los que son dolorosos o, simplemente, los que no nos gustan. ¿Pero que ocurriría si algún día los perdieras todos? Si no fueras capaz de recordar ni tan siquiera como te llamas.
Cuando era niña, y hasta que nació mi hermana, siempre jugaba sola en casa. Tenía una gran imaginación. Me bastaba un simple armario para convertirlo en una tienda de ropa; o los volantes de un viejo edredón para hacerme un disfraz de princesa. Hoy en día con 39 años, y como dice la letra de una canción de Luz Casal "...miro hacia atrás y busco entre mis recuerdos".
Los tengo felices, amargos, dolorosos, tristes, dulces, etc... Pero cada uno de ellos han ido dibujando un mapa de mi vida y de quién soy.

Os invito a que dejeís un recuerdo; el que vosotros decidaís, el que os haga llorar, reir, dudar, soñar,...

"...Estaba tumbada en la camilla del quirófano. Me habían colocado los brazos en cruz y los tenía atados. No sé exactamente cuantas personas había. No era capaz de sentir nada debido a la anestesía. Una sábana verde me impedía ver lo que estaba sucediendo. Entonces le oí llorar. Una enfermera me lo acercó a la cara, envuelto en una toalla, y me dijo "éste es tu hijo, dale un beso que me lo tengo que llevar; pero tranquila que todo está bien". Rompí a llorar.
Hoy no recuerdo como era aquella cara que me acercaron para que besara. Había dejado de llorar, tenía los ojos cerrados. Fueron tres segundos escasos..."

Gracias.