sábado, 17 de marzo de 2012

Si Dios existe....

En los últimos meses he escuchado en distintos medios de comunicación que no tenemos que tener miedo al "cáncer".
Mi sentimiento es muy distinto. Es una enfermedad que me asusta y mucho. Cuando tenía 12 años, a mi madre le extirparon los dos pechoss. Tenía tejido fibroquístico, el cual era cancerígeno. Después entendí lo que aquello había implicado. Durante tres intervenciones posteriores le intentaron poner implantes de silicona. Mi madre es muy alérgica y los rechazó. Sufrió mucho. Mi padre le dijo que por él no tenía que pasar por aquella tortura. Mi madre decidió no ponérselos. Con el tiempo, se ha atrevido a decir que hay situaciones donde pasa un poco de verguenza. Jamás nos ha ocultado sus cicatrices, pero sé que lleva una interna que no nos permite ver para que no suframos. Estoy segura que mi padre, en la intimidad, jamás le ha hecho a mi madre sentirse mal. Todo lo contrario. Cuando se prueba ropa, o vamos a la playa, siempre se preocupa que no se le note mucho. También rechazó ponerse prótesis externas. Quiso verse tal y como estaba desde el primer día. Mi hermana y yo tenemos un alto riesto, por ello nos hacemos revisiones. El ginecólogo, después de cinco años, ha decidido darme el alta. Precisamente ahora que entro en los cuarenta. Con todos mis respetos no lo entiendo. Luego hablan de prevención.
Cada vez que llegaba el momento de mis revisiones me echaba a temblar. Sentía pánico que en una de ellas me dijeran que algo iba mal.
¿Qué podemos hacer cuando llega sin avisar? ¿Cuando es tarde?...
Como todo en ésta vida aceptarlo, luchar y continuar.

... Por ello he decidido seguir adelante, luchar e intentar con todas mis fuerzas ser feliz.

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