domingo, 11 de marzo de 2012

Reconciliaciones...

El viernes estaba bastante enfadada conmigo misma. Además mi hijo se iba con su padre y separarme de él me cuesta.
Me fuí a casa de Inma. Había quedado allí con Camino, y las tres cenaríamos juntas. Conforme llegue nos pusimos a hablar. Le conté como me sentía y lo que me ocurría; porque yo, al contrario de muchas personas, necesito contar lo que me sucede. Cuando soy capaz de expresarlo con palabras, sacármelo de dentro puedo analizar con perspectiva. Efectivamente, conforme le exponía la situación todo iba adquiriendo sentido, y conseguía perdornarme. La reconciliación vendría más tarde.
Está siendo un fin de semana increíble y muy enriquecedor. Y todo se lo debo a las amistades maravillosas e incondicionales que tengo. No podeís imaginaros la tranquilidad que supone hablar sin miedo a ser juzgada.
Hablar de cine, política, historia, hombres, anécdotas, libros,... y no podría terminar la lista. De cine, os recomiendo "Los Idus de Marzo", la última película de George Clooney. Política, ¿que haremos el 29 de Marzo?. Historia, mi visita a Auswitch, y un repaso por los grandes genocidios contra la humanidad. Hombres, y sexo. Anécdotas, su primer jacuzzi - "sólo se le ocurrió echar jabón al agua del jacuzzi, así que se paso su hora de relax estresada recogiendo espuma. Cuando salió le preguntaron que tal, por supuesto nadie supo lo que había estado haciendo". Libros, yo no he sido capaz de leer "Los Pilares de la Tierra".
El sábado me tocó trabajar. Tengo que decir que me gusta mi trabajo. Nunca había estado atendiendo al público y, hasta ahora, mi experiencia está siendo positiva. Tengo que destacar a uno en especial. No quiero dar su nombre, porque sin su permiso no me parece correcto. Creo, sin miedo a equivocarme, que tiene un nivel económico muy alto; pero en mi vida he conocido a un señor con esa educación y, sobre todo, con un respeto que muestra hacía cualquier trabajador que me parece propio de mencionar. Siempre una palabra amable, una sonrisa, una calma, una prudencia... ¿Los compañeros? Son eso compañeros.

"Cuando llegué al Campo de Concentración no sabía a lo que me iba a enfrentar. Lo había leído en los libros de historia, y había visto alguna película. Bajé del tren y tuve la sensación de respirar otro aire. No creo que un pueblo quiera ser recordado ni visitado por algo así.
Antes de entrar nos llevaron a una sala de conferencias donde proyectaron una película. Era la grabación original que los americanos hicieron del campo cuando lo liberaron en 1945. Al terminar, y salir de la sala, mi mundo, como yo lo conocía, había desaparecido. Os parecerá radical, pero creo que ahí perdí mi inocencia, esa que tienes cuando aún no has visto la maldad y crueldad del ser humano. Yo tenía 16 años.
Al cruzar la puerta principal de acceso al campo, nos tradujeron el letrero de la entrada "El trabajo os hará libre". Pero yo, a diferencia de las miles de personas que traspasaron esa puerta, sabía que me enfrentaba a la muerte. No me parece justo referirme a "los judíos" porque, para mí, no dejamos de ser todos personas. Por supuesto que un sexo, una raza, una nacionalidad, una profesión nos acaba de definir; pero al final todo se resume en los mismo "somos seres humanos que nacemos y morimos".

Besos, pero os prometo terminar la historia.

2 comentarios:

  1. Venga, venga, no te demores mucho en seguir escribiendo tu historia, me sirve para desconectar, además me encanta que lo hagas, por que también te sirve a ti... Espero la segunda entrega... Besos.

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  2. Te digo lo mismo que Loli, esa historia hay que convertirla en un libro ¡Ya!. Te lo digo de corazón, tú vales para esto.
    Bs

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