jueves, 28 de febrero de 2013

Decisiones que duelen

Sabes que es "lo correcto", y lo haces. Por qué por más vueltas que quieras darle, sabes que sólo tienes una opción. La vida es una continua toma de decisiones. Te suena el despertador, y ya elijes si te quedas cinco minutos más en la cama o te levantas. Quizás, cuando dormimos, sea el único momento del día, y de nuestra vida, en el que no tomamos decisiones.

Las hay correctas o incorrectas, sencillas o complicadas, trascendentales o triviales, felices o dolorosas... Pero conforman nuestro mapa, aquel que nos acaba definiendo.

Las decisiones que afectan al corazón, acaban siendo las más complicadas y dolorosas. Sin embargo, son las que tenemos más claras desde el primer momento; aunque tratemos de engañarnos a nosotros mismos.

Hoy he tomado una decisión correcta y difícil. Duele.

Besos a tod@s

Tópico ó realidad

Definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua.

Tópico. Adj. Perteneciente o relativo a la expresión trivial o muy empleada.

Realidad. Verdad, lo que ocurre verdaderamente.

- Siempre que limpias los cristales, llueve.
- Ante una separación o fallecimiento, el hombre se vuelve a emparejar antes que la mujer.
- Cuando vas al ginecólogo te depilas.
- Los niños son más nobles que las niñas.
- Los hombres son infieles por naturaleza.
- Besar con los ojos abiertos.
- Las mujeres son un peligro al volante.
- Envidia sana.
- El sexo importa.
- Los gais son más sensibles.
- La tostada siempre cae por el lado de la mermelada.
- Todo sucede por algo.

¿La vida esta llena de tópicos o realidades? ¿Los tópicos se acaban convirtiendo en realidad? ¿Existe una realidad para cada uno de nosotros?

Besos a tod@s

La legumbre se "encalla"

Una de las cosas que he hecho a mis 40 años, por primera vez, ha sido un bizcocho. La cocina y yo no tenemos feeling. Pero vamos que, hasta ahora, no se me ha quemado ningún guiso, lo que cocino se lo comen con gusto y no he intoxicado a nadie. Prefiero que cocinen los demás; y mientras lo hacen soy buena compañía. No me importa tener que fregar luego los platos y recoger la cocina.

Camino me dio la "masa madre". Ya el nombre me asustó. Es la base sobre la que, durante siete días tuve que ir añadiendo ingredientes. Hasta ahí sencillo, sin problemas. Pero llega el momento, en cuestión, que esa masa debes introducirla en el horno y esperar que el milagro se produzca. Y digo "milagro", porque tienes que poner la temperatura correcta y esperar el tiempo exacto para que ese bizcocho sea comestible. Las piernas me temblaban. ¡Reíros!, sí, temblaba. Me encontraba sola ante el peligro. Camino estaba en su casa, pero quería ser valiente y terminar lo empezado.

Los minutos se iban sucediendo. Mi nervios aumentaban, y mis ojos no se separaban de la puerta del horno. Y aquello empezó a subir. Pero como dicen que "todo lo que sube, baja", mi miedo se hizo aún mas evidente. Los que controlan la cocina pensarán "sólo es un bizcocho, que tontería", pero yo era virgen en la materia. Cuando consideré que estaba hecho, lo saque del horno. Olía muy bien; la textura era correcta, y ¡no se me había quemado!. Esperé un tiempo prudencial para probarlo.

¡Era comestible! ¡Estaba cocido y sabía muy bien!. No dudo que pudiese mejorarlo, pero era "mi bizcocho".

¿Sabíais que las judías, o la legumbre en general, se "encallan"? ¡Pues yo no! Lo he aprendido de él. Y esa ha sido una de las muchas cosas que me ha enseñado.

Besos a tod@s

miércoles, 27 de febrero de 2013

"Serendipity", el destino y el amor

Anoche estuve hablando con un amigo. Guardo de él un recuerdo muy especial, y con mucho cariño. Cuando le conocí llevaba unos meses separada, y fue como una bocanada de aire fresco.

Desde entonces han pasado dos años. No mantenemos el contacto de forma continuada; pero me atrevo a decir que siempre que hablamos o nos encontramos, ambos nos alegramos.

Conversando salió el papel que juega el destino en el amor. Y me recordó la mejor película, sin duda alguna, que retrata éste tema "Serendipity". Los protagonistas, John Cusack y Kate Beckinsale, son dos extraños que se conocen un día de Navidad en la ciudad de Nueva York. Juntos pasan toda una tarde paseando y charlando. Ambos tienen pareja; pero, de alguna forma, sienten que han conectado de forma especial. John Cusack  propone intercambiar los números de teléfono, pero ella decide dejar en manos del destino su posible reencuentro. Los años van pasando y ese encuentro no se produce; teniendo que luchar los protagonistas por su propio destino.

Desconocía su vena romántica, aunque siempre pensé que apuntaba maneras. Es de esa clase de hombres que está hecho de otra pasta. ( Y si lo lees, ¡no me he pasado ni un poquito!)

¿Tenemos marcado un destino desde que nacemos? ¿Tenemos una persona destinada a hacernos feliz? No lo sé. Pero sin duda, me gusta pensar que el destino me tenga guardado un final feliz. ¿Qué entiendo por un "final feliz"? Un hombre que quiera formar parte de mi vida, y que para ello no tenga que renunciar a quién soy o a lo que hago. Nada de sacrificar. Descubrir junto a él todas las cosas maravillosas que tiene la vida. Compartir los buenos y malos momentos. Aceptar nuestros defectos. Apoyarnos en nuestros proyectos. Y disfrutar del sexo, y sus etapas, hasta el final de nuestros días.

Te deseo lo mismo.

Besos a tod@s

martes, 26 de febrero de 2013

50 Sombras...

Todos los artículos que he leído en relación al libro lo catalogan de "revolución en la alcobas". Las mujeres quieren un Grey en su vida; que las someta y las haga sentir. Los hombres se encuentran atemorizados ante la idea de no dar la talla.

Y, yo, no sé donde estamos llegando con el sexo. Creo que todo lo avanzado, lo estamos retrocediendo. Desconozco cuantas generaciones tendrán que transcurrir para que lleguemos a sentirnos libres en el sexo.

No puedo evitar preguntarme, porqué las mujeres han necesitado de un libro para desear disfrutar del sexo. Y, antes de su aparición, ¿cuántas habían hablado con sus maridos para mejorar sus relaciones sexuales? ¿cuántas habían visitado un sexshop con sus maridos para descubrir nuevas técnicas y juegos eróticos? ¿cuántas habían visto, junto a su marido, una película porno? y ya sé que carecen de argumento, pero las habrá interesantes y divertidas...

Creo que esa "revolución" debe producirse en un lugar más profundo que en una alcoba, y es en cada una de nosotras. Hablo en femenino, porque el libro se ha enfocado a nosotras. Apoyarnos; escucharnos sin juzgar y aprender a respetar.

Aún nos sorprendemos con la masturbación femenina. Que una amiga nos diga que tiene un vibrador; que, por cierto, yo lo tengo. Que una mujer disfrute del sexo sin amor; y lo haga con cuantos hombres quiera. No me malinterpretéis, no digo que el sexo sea imprescindible.

Cuando me separé, el sexo, había perdido todo su significado para mí. Se había reducido a la nada. Era incapaz de sentir, y muy capaz de fingir. Me sorprendo de la facilidad que tenía para ello. Una de dos; o los hombres son muy ingenuos y con un par de gemidos se quedan conformes, o nosotras tenemos dotes interpretativas ocultas.

Hoy por hoy no me planteo tener una relación estable de pareja. No he renunciado a ello, pero me encuentro feliz con mi "estatus". He recuperado mi independencia, mi capacidad de decidir y de elegir. El respeto por mi misma. No sé si estoy preparada para volver a confiar y compartir mi vida. Al principio sentí la necesidad de conocer a alguien. Me he dado cuenta que fue producto de lo que había sufrido. Esa dependencia que, crees, necesitas para respirar. ¿Debería por ello renunciar al sexo?. Si enmarco el sexo dentro del ámbito de la pareja, ¡mi vibrador se daría de baja voluntaria!. Por el contrario he decidido descubrir y vivir mi sexualidad. Está siendo toda una revelación.

Besos a tod@s

Es feliz!!

Ésta mañana, mi hijo, estaba nervioso. El fin de semana se va con su padre, y van a hacer una ruta en bicicleta. Me hace feliz que hayan encontrado una afición en común, de la que puedan disfrutar juntos.

Para tranquilizarle le he dicho que, el viernes, podemos avisar a su padre para que venga antes de las ocho a recogerle. Porque no se trata de lo establecido en un régimen de visitas; se trata de la felicidad de mi hijo. Se ha puesto muy contento, y me ha dicho - "gracias mami, yo se que papa y tu sólo queréis hacerme feliz". No he podido evitar la pregunta - "pero cariño, ¿papa y yo conseguimos hacerte feliz, a pesar de que no estemos viviendo juntos?" - "sí mami, soy muy feliz".

Así me ha respondido, rotundo y sincero. Mi corazón se ha llenado de alegría y tranquilidad. Por supuesto que, aún, tienen que llegar cambios; la adolescencia puede ser complicada. Pero siento que después de dos años y medio separada, mi hijo está bien.

Seguiré luchando cada día porque eso no cambie.

Besos a tod@s

lunes, 25 de febrero de 2013

No queremos fallar!

Como madre intento no fallar. Quiero educar bien a mi hijo. Deseo lo mejor para él, y me esfuerzo en hacerle feliz.

Cuando decides tener un hijo no te planteas los inconvenientes que ello supondrá. Camino y yo siempre discrepamos en el asunto. Para ella representa un acto de generosidad; para mí es egoísta. Satisfacemos una necesidad que nos surge en un momento de nuestras vidas; eso que entendemos por "instinto maternal", o seguir nuestro "reloj biológico".
Pero entonces, los hijos, llegan a nuestra vida sin manual de instrucciones; y nos enfrentamos a la responsabilidad más difícil y compleja de nuestra existencia. En el preciso instante que le tienes entre tus brazos, las dudas empiezan a surgir y ya nunca dejaran de plantearse.
¿Por qué llora; tiene hambre, gases, sueño? ¿Por qué no crece; no habla, no anda? ¿Por qué se hace pis por las noches? ¿Por qué no quiere ir al colegio? ¿Por qué no juega con otros niños? ¿Por qué me contesta de esa forma? ¿Por qué no hace sus deberes? ¿Qué le preocupa, porqué no me habla? ¿Por qué no confía en mí? ¿Quién ese amigo con el que sale? ¿Por qué no encuentra trabajo?

Ya, de adultos, nuestras dudas y temores continuarán. Y querremos que no sufran, que no se equivoquen, que no fracasen.

Trabajo no remunerado, a jornada completa, para el resto de nuestros días. ¿Satisfacciones y alegrías? Muchas. Pero, ¿qué ocurre cuando fracasan o se equivocan en algo? ¿Dónde acaba nuestra responsabilidad y comienza la suya? La línea es muy fina y frágil. Mi profeso de filosofía, en 3º de BUP, decía que la libertad de uno acaba donde empieza la del prójimo. ¿Ocurrirá lo mismo con nuestra labor como madres? ¿Irá terminando en el preciso momento en que, nuestros hijos, empiecen a ir adquiriendo sus propias responsabilidades?

¿Y, como sabemos que ese momento ha llegado? ¿Estamos preparadas para ir soltando ese nudo que nos unió a ellos en nuestro útero? La matrona corta el cordón umbilical. Sin embargo, queda establecido un nexo aún más difícil de romper. ¿Imposible? No tengo la respuesta. En mi ignorancia sobre el asunto, creo que debo darle las herramientas suficientes para enfrentarse a los problemas; que aprenda a tomar sus propias decisiones. Y, cuando se equivoque, estar ahí; para decirle "fallar era una posibilidad; pero ánimo, encontrarás otra solución".

Así me educaron mis padres. Sufren si sufro. Lloran si lloro. Me cogen de la mano si flaqueo. Pero aún está por día que me digan "ves, te lo dijimos, te has equivocado por no hacernos caso. Ahora no nos pidas ayuda"

Besos a tod@s

domingo, 24 de febrero de 2013

Sexo, 50 Sombras y El Informe Hite

Antes de las Navidades me regalaron la primera parte de "50 Sombras de Grey". Aún no he conseguido terminarla. Amigas que se han leído la triología me la han recomendado.

Hace muchos años cayó en mis manos "El Informe Hite". Mi padre lo tenía un poco escondido. La escritora, Shere Hite, hace un estudio sobre la sexualidad femenina entre mujeres de 15 a 68 años.

¿Sexo sin amor?
¿Sexo con amor?
¿El sexo en la pareja?
¿Infidelidad en la pareja?
¿El sexo y la mujer?
¿El sexo y el hombre?

Tengo que decir que, aunque mi vida sexual es plena, me surgen muchas dudas. ¿Se ha producido una verdadera revolución sexual? ¿Tenemos, las mujeres, más libertad sexual? ¿Existe, entre las mujeres, complicidad sexual?

Besos a tod@s

jueves, 21 de febrero de 2013

Un cliente me recuerda!

Ésta tarde estaba en mi casa y he recibido un email. Era David, un antiguo cliente de Quintana. En los dos años y medio que trabajé en el taller, le organicé dos rodadas con Continental. Por la compra de dos neumáticos para moto, y con determinadas medidas, Continental te regalaba una rodada en el circuito de carreras, de España, que tu eligieras.

Se ha puesto en contacto conmigo porque, un año más, quería repetir la experiencia. Sabía que para organizar todo teníamos que empezar a gestionarlo por éstas fechas. Dudaba si le recordaría.
No le he olvidado. Ni sus apellidos, ni los dos circuitos que eligió para las rodadas, ni su moto,...
Cuando le he informado que ya no trabajaba en Quintana, desde Septiembre, me ha dicho que como estaban funcionando sin mí, porque con diferencia era de lo mejor del taller. "Nadie somos imprescindibles", le he contestado.

Salvando lo ocurrido, y como le dicho, me quedo con el reconocimiento y el cariño de los clientes. Durante ese tiempo he conocido a personas maravillosas. Algunas, incluso y desde entonces, forman parte de mi vida. Quitando un par de experiencias desagradables con clientes mal educados, disfruté mucho atendiendo al público. Era la primera vez que estaba en un puesto así.

Por supuesto, le he dado las gracias. Ha hecho que me sintiese satisfecha del trabajo que realicé. Gracias a todos los clientes que hicieron de mis días en Quintana días muy felices.

Besos a tod@s.

San Valentín!

Buenos días!

La otra noche vi por televisión “Historias de San Valentín”. Comedia romántica sin muchas pretensiones. Sencilla, directa y con algo de humor. No sabía que, San Valentín, existió en el Imperio Romano. Era un sacerdote que casaba en secreto. La mayoría de las personas que conozco no celebran el día de San Valentín. Opinan que es un día comercial. Estoy de acuerdo en que su significado ha ido sufriendo transformaciones a lo largo de los tiempos. En el momento actual que vivimos todo ha perdido su esencia, y lo hemos convertido en una escusa para consumir. Pero también nos ha servido de escusa para dejar de lado lo realmente importante, “el amor”. Un sentimiento que hemos infravalorado, en cualquiera de sus formas. Porque el amor no sólo es el de pareja.
Soy persona, mujer, madre, hija, hermana y amiga los 365 días del año. Pero ¿por qué no podemos tener un día que nos recuerde lo importante que es el amor? Estoy convencida que tiene que ver con la pérdida de la inocencia. Abandonamos la infancia el día que descubrimos que los Reyes Magos, Papá Noel y el Ratoncito Pérez no existen. Y ¿qué decir cuando tenemos nuestro primer desengaño amoroso? ¿cuándo descubrimos que la persona a la que amamos es capaz de hacernos sufrir de la forma más dolorosa que hayamos sentido en lo profundo de nuestro corazón?. Levantamos una muralla a nuestro alrededor, y nos decimos “nadie volverá a decirme que crea”. Y, sin darnos cuenta, perdemos la confianza en los demás. Por lo que he podido vivir, el amor no es sacrificio; es creer, confiar y compartir. Difícil, ¿verdad?.
No quiero renunciar a esa idea. Me gustaría que el día de San Valentín me regalasen flores y me dijeran “te quiero cada día de mi vida, y hoy celebro que estás a mi lado para compartir este sentimiento”.
Besos a tod@s.

 
 

 

miércoles, 20 de febrero de 2013

El silencio en la amistad

Buenos días!!

estos meses han sido duros y muy complicados. Pero cómo bien dice Camino, las cosas hay que contarlas sin perder el sentido del humor.

Por mi parte, estoy en el paro que no es lo mismo que estar sin trabajar. Embarcada en una gran aventura que, ésta vez, no pienso abandonar. Las historias que he contado durante años a mi hijo, las estoy plasmando en papel para intentar publicarlas. Tengo el título, la dedicatoria y mis niñ@s me van a hacer los dibujos.

Mis hormonas están cambiando. Lo más fuerte que ya, a mis cuarenta años, no sería ni precoz en la menopausia. "Picos" así lo denomina mi doctora. Prefiero "combustión espontánea", término acuñado por Mª Jesús, con mucho acierto; porque por la noches siento que voy a arder en llamas. Ja, ja, ja,...

En mi fase destructiva he consumido mucha energía. Demasiada diría yo. Denunciar a mi ex por el impago de la pensión alimenticia y los gastos, lo he dejado a un lado. Para eso siempre habrá tiempo. Quiero disfrutar de todo lo positivo que me ofrece la vida. Soy consciente que, un día, perderé a un ser querido y ya nada volverá a ser igual.

Mi hijo se ducha solo con siete años, pero lo más fuerte es que me pide intimidad para hacerlo. ¡Se tapa el pene cuando me asomo al baño!. Pero intenta tu, como madre, ducharte tranquila o mear sin que te esté preguntando donde has puesto su coche amarillo.

Intimidad. El día de Reyes, mis padres, compartieron un momento íntimo con mi hermana, mi cuñado y yo. Nos sorprendieron explicándonos como habían celebrado tan mágica mañana. ¡Con sexo!. Tienen 68 y 67 años; pero nos detallaron que habían estado durante una hora y media intentando llegar "al final". - ¡Con agujetas; nos duele todo el cuerpo! - exclamó mi madre - "no hemos llegado a nada, pero nos lo hemos pasado genial, hemos disfrutado; y a saber cuando lo volvamos a repetir". Acabamos los cinco, en mi antigua habitación, riéndonos y comprobando lo maravilloso que puede ser el sexo.

Me es fácil escuchar a mis amig@s, darles un abrazo, aguantar su mal humor,... Sin embargo, lo que más difícil me resulta es "su silencio". Tenemos momentos, en nuestra vida, en los que necesitamos espacio, o simplemente no hablar de lo que nos preocupa o nos entristece. Cuando esa situación se produce, permanezco apartada; presente y preparada para el día en que mi amig@ necesite hablar.

Besos a tod@s.

Animaros con los comentarios, y hacer propuestas para comentarlas.

martes, 19 de febrero de 2013

Perdonar el retraso!

Hola a tod@s!

después de una pequeña etapa "destructiva", y muchos problemas técnicos, aquí estoy de nuevo. Espero que volváis a disfrutar con mis líneas, y yo con vuestros comentarios.

Besos y hasta mañana.