viernes, 16 de agosto de 2013

Edades...

Aunque los días se van sucediendo sin cambios aparentes, todo está en un continuo movimiento. Por ejemplo, mi hijo ha vuelto más alto tras pasar quince días con su padre. Los que se fueron de vacaciones, regresan; y los que están por irse, ansian que llegue el momento. Las fiestas de Pinto han llegado a su fin. Anochece más pronto.

Un año más he organizado, en su ausencia, los juguetes de mi hijo. A través de ellos, puedes comprobar su crecimiento y su cambio. Para el cual no puedes prepararte, sólo ir afrontándolo día a día. El miércoles por la noche, mientras esperaba con Puri en la cola del baño del recinto ferial, llegó una chica de unos 16 años con una borrachera al borde del coma etílico. Avisamos a la policia que, finalmente, la llevó en un coche a su casa. No sin antes saber, por su "amigo" que acaba de llegar a las fiestas, que tan sólo tenía 13 años. No sé que me preocupa más, si su edad o que esos padres estuvieran en casa, en la cama, mientras permitían a su hija estar en la feria sin ningún control. Siempre he pensado que "para todo hay una edad".

Besos a tod@s.


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