lunes, 5 de agosto de 2013

Limites...

He descubierto como, con el paso de los años, nos marcamos límites en nuestra vida. Bien impulsados por nosotros mismos o por los demás.

Límites insospechados y numerosos, que cumplen su función protectora. Sentimientos, relaciones, sueños, proyectos, ... Podrían estar relacionados con el miedo que nos provoca la posibilidad de fracasar y no conseguir nuestros objetivos. O con el dolor que sentimos cuando perdemos a un ser querido.

Luego están la clase de límites que te impone la sociedad. Marcados a base de reglas, miedos, tópicos,... Y yo me pregunto ¿a quién beneficia estos límites? Yo creo que a esa mayoría que no quiere que nos sintamos libres. Ayer un amigo me preguntaba "¿qué he hecho yo para que todo el mundo me odie de ésta forma? No me meto con nadie, no vivo pendiente de nadie,..." Mi respuesta fue muy clara, - "vives TU VIDA, y eso lo envidia la gran mayoría de las personas. Vives conforme a lo que crees y sin temor. Así que, el resto, en vez de mirarse al espejo y reconocer que llevan vidas patéticas, se meten en la tuya."

Es un duro esfuerzo vivir conforme a tus propias reglas y convicciones. Saltándote los límites y sintiéndote libre. Porque, también es cierto, que si actuamos de esa forma no podemos culpar a nadie de nuestro errores y fracasos. Afrontar nuestras decisiones, es ser responsable de uno mismo y eso asusta.

Con más calma hablaré de los límites en el sexo.

Besos a tod@s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario