viernes, 8 de marzo de 2013

Virus, suero y Shambala

Ayer no pude escribir porque tuve a mi hijo malo con un virus. El miércoles por la noche empezó a vomitar y se le soltó la tripa. Me asusté bastante. Cuando se pone enfermo no suelo acobardarme, pero siento que me faltan manos para atenderle. Tuve que cambiar las sábanas dos veces; a él de pijama tres, recoger dos vómitos, fregar el suelo del salón y de mi habitación.

Tampoco pude ir al Shambala que, como digo con cariño, es mi paritorio particular. Ahí estoy dando a luz a mis historias; además del blog a diario. Es un rincón maravilloso que ha creado Manu con mucho gusto, y cuidando cada detalle. Mientras escribo me tomo un café y escucho buena música. En casa, con Javier diciéndome "mami" cada quince segundos, es un poco complicado. El "Shambala" es un oasis en mitad del desierto.

Besos a tod@s



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